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Acero en envases: un legado sólido

Latas de metal cerradas sobre fondo blanco 3D renderizado

Desde los primeros días de la conservación de carnes para el ejército de Napoleón hasta los sofisticados contenedores reciclables que se utilizan hoy en día, las latas de acero han desempeñado un papel fundamental en la configuración de la industria alimentaria moderna.

Las latas de acero son 100% reciclables y las tasas de reciclaje en Europa superan el 72%. Crédito: VICHAILAO vía Shutterstock.
Las latas de acero son 100% reciclables y las tasas de reciclaje en Europa superan el 72%. Crédito: VICHAILAO vía Shutterstock.

La humilde lata de acero, un pilar de nuestras despensas, tiene una rica historia que se remonta a más de dos siglos. Introducido inicialmente a principios del siglo XIX, el acero fue elegido para el embalaje debido a su resistencia y durabilidad.

Esta decisión marcó una importante innovación en la conservación de alimentos, ya que permitió almacenarlos y transportarlos a largas distancias sin que se estropearan.

El origen del acero en los envases está entrelazado con la historia de Nicolas Appert, el inventor francés que descubrió que los alimentos se podían conservar sellándolos en botellas y calentándolas, una de las primeras formas de enlatado.

A pesar del uso inicial de vidrio, la transición al metal fue fundamental. En 1810, el comerciante inglés Peter Durand patentó el uso de botes de acero recubiertos de estaño, revolucionando la industria.

Estas primeras latas se elaboraban a partir de láminas de acero sumergidas en estaño fundido y se soldaban manualmente después de llenarlas. Este método, aunque requiere mucha mano de obra, supuso un gran avance en la conservación de alimentos y sentó las bases para los sistemas globales de distribución de alimentos de los que dependemos hoy.

Conservas de alimentos: la gran innovación

No se puede subestimar el impacto del trabajo de Nicolas Appert y el posterior desarrollo del bote de hojalata. Los alimentos enlatados comenzaron como una necesidad militar, pero rápidamente se convirtieron en un alimento básico civil, lo que permitía el almacenamiento seguro y a largo plazo de una variedad de alimentos, desde carnes y verduras hasta frutas y lácteos.

El proceso de enlatado comenzó en Gran Bretaña cuando Bryan Donkin y John Hall compraron la patente de enlatado y establecieron la primera fábrica en 1813.

El respaldo real del rey Jorge III impulsó la popularidad de los alimentos enlatados y, a mediados del siglo XIX, el enlatado se había extendido a Estados Unidos y más allá.

La tecnología de enlatado evolucionó rápidamente; A finales del siglo XIX, las máquinas podían producir miles de latas por hora, una gran mejora con respecto a los métodos hechos a mano. Esta escala de producción transformó la industria alimentaria, haciendo que los alimentos en conserva fueran accesibles y asequibles para la población en general.

También impulsó innovaciones en el diseño de latas, incluida la introducción de latas de dos y tres piezas, que mejoraron la eficiencia y seguridad del enlatado.

Sistemas de latas modernos y sostenibilidad

Las latas de acero actuales son maravillas de la ingeniería, diseñadas para ofrecer durabilidad y sostenibilidad. La fabricación moderna de latas implica técnicas sofisticadas, como el recubrimiento electroquímico y la soldadura eléctrica, que han mejorado significativamente la calidad y la seguridad de los productos enlatados.

Además, las latas contemporáneas pueden presentar lacas o revestimientos poliméricos para evitar la corrosión y proteger la integridad de su contenido.

Las latas de acero ofrecen varios beneficios medioambientales. Son 100% reciclables y las tasas de reciclaje en Europa superan el 72%. El proceso de reciclaje es eficiente, preserva la calidad del metal y reduce drásticamente la huella ambiental asociada con la producción de latas.

Además, el cierre hermético de las latas protege los alimentos de la luz, el oxígeno y la humedad, extendiendo la vida útil sin necesidad de conservantes y reduciendo el desperdicio de alimentos.

El futuro de los envases de acero

A pesar de la competencia de materiales más nuevos como el plástico y el aluminio, el acero sigue siendo una piedra angular de la industria del embalaje debido a su reciclabilidad y la sólida protección que ofrece.

Sin embargo, la industria debe continuar innovando para satisfacer las cambiantes demandas de los consumidores y los estándares ambientales. El auge del consumismo ecológico y el impulso hacia soluciones de envasado sostenibles plantean desafíos, pero también oportunidades para la industria de latas de acero.

De cara al futuro, la capacidad de adaptación de la lata de acero será crucial. Las innovaciones en el diseño de latas que reducen el uso de materiales manteniendo la funcionalidad, como los extremos de fácil apertura y una mayor reciclabilidad, ayudarán al acero a mantener su relevancia en un mercado cada vez más competitivo.

Además, será vital comprender y responder a las preferencias de los consumidores por opciones de alimentos menos procesados ​​y más frescos.

Las latas de acero han sido una parte integral de nuestra cadena de suministro de alimentos durante más de 200 años, demostrando una durabilidad y adaptabilidad notables.

A medida que la industria del embalaje evolucione, la resiliencia y la sostenibilidad del acero seguirán siendo sus mayores fortalezas, lo que garantizará que siga siendo una parte vital de nuestra vida diaria.

Fuente de Gateway de empaque

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